miércoles, 7 de octubre de 2020

Sexing The Transman: el p0rn0documental que a nuestra justicia epistemológica (? le faltaba

 


Es muy probable que ya conozcas a Buck Angel si llegaste a este blog; para bien y para mal también. Aunque últimamente parece que el Tranpa (por Trans+Grandpa, osea el Awelo Trans) está en una carrera para probar lo dolorosamente liberal y reaccionario que alguien podría ser, much*s lo conocimos por lo copado: su carrera p0rn0. Tal vez por haber sido la primera vez que veíamos a un travo en acción tan hot, tal vez porque algo de esas imágenes resonaban sin poder comprender bien esa resonancia, lo cierto es que sus performances despiertan mucho más que la simple curiosidad, y de carne estamos hech*s.

Después de haber aparecido en Cirque Noir (2005) convirtiéndolo en el primer performer trans en ser incluído en la productora gay Titan Media, después de haber sido el partneir de Gia Darling en la primera escena filmada de T4T (filmada con producción, presupuesto), después de ser el primer hombre en ganar el premio al Mejor Performer Transexual de los Premios AVN de 2007; en 2010 se arma con una camarita digital y sale a la caza de otros travos para conversar de sexualidad, testosterona y por supuesto para calentarse.
Así surge la primera entrega de Sexing The Transman: un documental formato entrevistas+XXX que reúne a distintos hombres trans y personas que los desean. Una de las cosas que enriquece al documental es algo que hoy sería lo mínimo esperable: dar plataforma a las primeras experiencias en vez de adjudicarnos vocer*s - aunque tampoco sucede de manera usual ahora-, pero 10 años atrás esto era romper una pared para empezar a vislumbrar qué hay, sinceramente, del otro lado.
Con un ethos bastante punk, sin pelos en la lengua, Sexing The Transman se mueve entre el testimonio, pajas, fantasías y fisteos.


Este documental fue traducido y subtitulado por Neptuno y Francisco Fernández;  y exhibido en el festival hot A la cama con Buck Angel, organizado por el Frente de Trans Masculinidades en La Sala de Caballito, abril de 2019. Noche que además incluyó un delicioso compilado de placeres sensuales de distintas texturas: ferias de insumos eróticos, kiosco de bondage a pedido, puesto de lustrado de botas, y directamente un dark room.

En esta época que sobrevalora la desesperación por posicionamientos falsamente transparentes e inequívocos y atajadas innecesarias por sobre el placer exploratorio de la piel, no respaldar a Buck Angel en todo lo que hace no nos impediría disfrutar de este material ni por todos los créditos del sentido de Lo Que Es Aceptable que pudieran haber. Preferimos hacernos la paja y por eso acercamos este documental.

Para ver la peli hacé click en la imagen de abajo, se abre en una ventana nueva. Si los subtítulos no aparecen automáticamente, activalos haciendo click en el ícono CC del video.




martes, 6 de octubre de 2020

Prostituto trans - La experiencia de un tipo trans como trabajador sexual




Existimos y nuestra existencia vale y aporta un testimonio. ¿Qué hacemos con el testimonio de aquellas personas que atraviesan malas experiencias dentro del trabajo sexual?  ¿Cómo lo hacemos valer?

Les compartimos el testimonio como trabajador sexual de un hombre trans, registrada en Julio del 2014. Usualmente experiencias como la que se relata son tomadas por el abolicionismo del trabajo sexual para accionar contra el mismo.
Por ende, compartir este tipo de testimonios no es una desición fácil cuando lo que se busca es generar un registro de existencia en pos de una construcción y aún así corre riesgo de ser utilizado para otros fines. Las experiencias “malas” dentro del tabajo sexual ¿deben ser utilizadas para mejorar las condiciones laborales o para abolirlo? ¿Cómo acostumbramos a leer situaciones de violencia o precariedad en el ámbito del trabajo sexual? ¿Con qué mirada y desde qué aspectos juzgamos al trabajo sexual como una situación de riesgo?


La experiencia que comparte el redactor, es definida en palabras donde claramente expresa haber trabajado 1) desde la necesidad 2) bajo una situación autopercibida como de vulnerabilidad 3) bajo experiencias de abuso

Nos parece interesante para pensar en situaciones donde asumimos riesgos, riesgos que muchas veces no son contenidos más allá del entorno o núcleo de trabajadorxs sexuales locales (que se agrava por la escasez de derechos y recursos que existen en nuestro entorno por el no reconocimiento del trabajo sexual como trabajo formal), e inclusive son riesgos creados e impuestos por el mismo sistema socio-medico-cultural-político que lo rodea. Por ejemplo: en Argentina por las leyes que giran en torno al trabajo sexual, si sos prostitutx y sufrís una situación de abuso, la desición de hacer una denuncia o recurrir a un hospital implica afrontar situaciones de violencia y discriminación en estas instituciones por el simple hecho de anunciar ser trabajadorx del sexo, ya que es una actividad criminalizada por las leyes en el territorio, y por la mirada tabú u odiante de una sociedad represora de la libertad sexual que juzga a trabajadorxs sexuales como algo “malo y reprochable”.


Lo que nos cuenta Milo Scanlon ee el testimonio también de las mejoras que, pasando los años y desarrollando herramientas de contención, se dieron dentro del ámbito laboral del trabajo sexual en su localidad. Las “experiencias malas” pueden denotar también el surgimiento de sistemas que permitan la reducción de daños. Lo cual en nuestro contexto historico-territorial es también un problema, son practicamente inexistentes las herramietnas para la pervención de situaciones de riesgo en lo que es el trabajo sexual, empezando porque vivimos en un estado abolicionista, que nos criminaliza y persigue.

Las personas que atraviesan la experiencia del trabajo sexual pueden hacerlo desde el deseo, desde la necesidad, desde ambas u otras, pero pueden experimentarla tambien bajo circunstancias violentas, de abuso, de maltrato, inclusive ejercerlo por necesidad bajo condiciones de precariedad e inseguridad absoluta. Es una realidad, pero tambien es una realidad que se da en cualquier otro ámbito laboral. El trabajo sexual es trabajo y como tal puede reproducir condiciones de precariedad y violencia como sucede en cualquier ámbito laboral. ¿Por qué tomar esas figuras que atraviesan experiencias negativas y utilizarlas para abolir el trabajo de muchísimas personas y NO para mejorar las condiciones (e instituciones) que amedrentan al mismo? 

La nota es de contenido valioso, porque más allá de registrar la experiencia de un hombre trans trabajador sexual, también nos encuentra frente a ese sujeto que muchas veces contra su voluntad termina siendo utilizado con fines abolicionistas. En este caso la lectura es bastante clara y en primera persona: un chabón trans que habla de una experiencia mala en el trabajo sexual pero sin ir en contra del trabajo sexual. 

Creemos que dar lugar a testimonios de experiencias de trabajo sexual que se conllevan bajo condiciones violentas debe ser una herramienta para liberar y mejorar, y no para impedir u oprimir. La experiencia de este trabajador sexual NO es intrínsecamente un aspecto negativo del trabajo sexual, sino un aspecto negativo extrinseco (externo) que deviene de la falta de sistemas que produzcan un impacto positivo en nuestros ambitos laborales y nuestra calidad de vida.






lunes, 5 de octubre de 2020

Entrevista a Mirko y Neptuno, taxi boys trans, sobre trabajo sexual y BDSM.



En Octubre del 2019 se realizó por segunda vez una actividad conmemorativa por el día de la Bisexualidad, en la Sala de Caballito. El evento se llamó "Bisexuales, exageren! Edición Cabaret: No estamos confundid*s, somos confus*s". Se presentaron distintas performance,  dentro de ellas Mirko Wolffie y Neptuno Stardust (ambos taxi boys) realizaron una sesión de BDSM en vivo. 

Parte del público fueron las chicas de La Pez en Bici, que unas semanas después los invitaron a hablar sobre trabajo sexual y BDSM.


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